NUESTRA HISTORIA
El Istituto dei Sordi di Torino (Instituto de Sordos de Turín) fue creado por los Savoia a principios del siglo XIX para proporcionar asistencia y educación a los niños sordos y formar a sus profesores. El primer director fue el sacerdote Francesco Bracco, que también se encargó de la anterior tarea de Giovanni Battista Scagliotti. El instituto tuvo inmediatamente la doble tarea de educar a los niños sordos y formar a sus profesores.
La sede original del Instituto estaba en Turín, en Via Assarotti, en el edificio que se construyó especialmente gracias al legado de la condesa Ottavia Borghese Masino di Mombello y donde también enseñaba Paolo Basso, que era sordo y llegó a la vicedirección del Instituto a mediados del siglo XIX. En 1965, el edificio se vendió a la ciudad de Turín y los ingresos se utilizaron para construir los nuevos locales, más grandes, en Pianezza, que siguen funcionando en la actualidad.
A finales de los años 70, la evolución de la legislación en el sector escolar y el cambio de las orientaciones pedagógicas provocaron una profunda crisis en las instituciones especiales, muchas de las cuales cerraron en la década siguiente. Por ello, la dirección del Instituto decidió adaptar su oferta educativa: el internado se cerró y las escuelas especiales se abrieron a los niños oyentes de la zona; al mismo tiempo, se inauguró un innovador servicio educativo de ayuda a la comunicación y a la autonomía para los alumnos sordos insertados en las escuelas públicas del territorio de la mayor parte de la Región del Piamonte, ampliado a partir de 2017 también a Lombardía.
El Istituto dei Sordi di Torino es una Fundación sin ánimo de lucro, regida por un Patronato de la Fundación que goza de total autonomía en la elección de sus actividades, dentro del ámbito de los objetivos de solidaridad social establecidos en el actual Estatuto.